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Una analogía puede ayudar a esclarecer la diferencia entre un contador y un gerente de finanzas.

Si imaginamos al cuerpo humano como si fuera una empresa en la que cada contracción del corazón representa una transacción, el interés principal del contador es registrar cada una de estas contracciones como ingresos, gastos y utilidades de ventas. En cambio, la principal inquietud del gerente de finanzas es saber si el flujo de sangre que corre por las arterias mantiene en funcionamiento a los diversos órganos del cuerpo. Es posible que un cuerpo tenga un corazón fuerte, pero que deje de funcionar debido a la formación de oclusiones en su sistema circulatorio.

De modo similar, una empresa puede ser rentable, pero, aun así, fracasar debido a un flujo insuficiente de efectivo para hacer frente a sus obligaciones conforme éstas lleguen a su vencimiento.

Empresa “Drivers”, una pequeña concesionaria de vehículos vendió un vehículo en $100,000, el año pasado; la empresa compró el vehículo durante ese año a un costo total de $80,000. Aunque lo pagó en su totalidad, a fin de año aún tenía que recaudar los $100,000 del cliente. La perspectiva de contabilidad y la perspectiva financiera del rendimiento de la empresa durante el año se presentan en los siguientes estados de resultados y de flujo de efectivo, respectivamente.

Perspectiva de contabilidad Perspectiva financiera
Estado de resultados de «Drivers» del año que finalizo el 31 de diciembre 2022. Estado de Flujo de efectivo de «Drivers» del año que finalizo el 31 de diciembre 2022.
Ventas  $          100,000.00 Entrada de efectivo  $                  –
menos los costos  $            80,000.00 menos la salida de efectivo  $     80,000.00
Utilidad neta  $            20,000.00 Utilidad neta -$80,000.00

En un sentido contable, “Drivers” es bastante rentable, pero es un fracaso financiero en cuanto al flujo de efectivo real. Sin una entrada de efectivo adecuada para hacer frente a sus obligaciones, la empresa no sobrevivirá, a pesar de su nivel de utilidades.

El ejemplo anterior muestra que la información proporcionada por el método de acumulaciones o del devengo no describe, en su totalidad, las circunstancias de una empresa.

Por tanto, el gerente de finanzas debe ver más allá de los estados financieros para comprender los problemas existentes o en evolución. Por supuesto, los contadores conocen muy bien la importancia de los flujos de efectivo y los gerentes de finanzas usan y entienden los estados financieros que se basan en el método del devengo. No obstante, el interés principal de los contadores está en este tipo de métodos y el de los gerentes de finanzas está en los métodos de flujo de efectivo.

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