En los últimos años, muchas empresas han adoptado voluntariamente prácticas de sostenibilidad, lo que ha generado un debate sobre si estas prácticas son una diferenciación estratégica que puede conducir a un rendimiento financiero superior o simplemente una necesidad para garantizar la supervivencia. Mientras algunos argumentan que la sostenibilidad se está convirtiendo en una práctica común necesaria, pero insuficiente para crear una ventaja competitiva, otros creen que puede ser una estrategia diferenciadora que proporciona una ventaja competitiva significativa.
Un estudio basado en datos de calificaciones ESG de MSCI para el período 2012-2017 revela que, en la mayoría de los sectores, las prácticas de sostenibilidad han convergido, es decir, las empresas han adoptado prácticas cada vez más similares, lo que sugiere que estas prácticas pueden convertirse en una necesidad estratégica en lugar de un diferenciador. Sin embargo, también se encontró que las empresas que adoptan prácticas de sostenibilidad estratégicas, que no son fácilmente imitables por los competidores, experimentan un rendimiento financiero superior. En contraste, las prácticas comunes de sostenibilidad no se asocian con la rentabilidad del capital, pero sí con una mayor valoración en el mercado. Este estudio sugiere que la sostenibilidad puede ser tanto una necesidad operativa como una fuente de ventaja competitiva, dependiendo de cómo se implementen las prácticas.
Nike ha adoptado prácticas de sostenibilidad que van más allá de lo común, convirtiendo la sostenibilidad en un diferenciador estratégico. Por ejemplo, su iniciativa “Move to Zero” busca lograr un impacto ambiental cero mediante el uso de materiales reciclados en sus productos y la reducción de las emisiones de carbono en toda su cadena de suministro. Nike ha desarrollado tecnologías propias, como el uso de Flyknit, una técnica que reduce el desperdicio de material en un 60%. Este tipo de innovaciones no solo benefician al medio ambiente, sino que también diferencian a Nike de sus competidores, creando una ventaja competitiva difícil de imitar.
Por otro lado, Coca-Cola ha implementado prácticas de sostenibilidad que incluyen esfuerzos para mejorar la eficiencia en el uso del agua y la reducción de desechos plásticos mediante la adopción de envases reciclables. Si bien estas prácticas son importantes para mantener la legitimidad y la reputación de la empresa, muchas de ellas se han convertido en “prácticas comunes” dentro de la industria de bebidas. Aunque estas acciones son necesarias para cumplir con las expectativas regulatorias y sociales, no necesariamente proporcionan a Coca-Cola una ventaja competitiva distintiva. Sin embargo, Coca-Cola también explora estrategias más innovadoras, como el uso de botellas hechas completamente de materiales vegetales, lo que podría representar una ventaja estratégica en el futuro si sus competidores no logran igualar este desarrollo.
La NIIF S1 y la NIIF S2 son normas clave en el marco de la sostenibilidad como estrategia empresarial, ya que proporcionan directrices sobre cómo las empresas deben divulgar información relacionada con la sostenibilidad y el cambio climático, y cómo esta información debe integrarse en los informes financieros de propósito general.
La NIIF S1 establece la necesidad de que las empresas revelen información sobre los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad que puedan afectar sus flujos de efectivo, acceso a financiamiento o costo de capital en el corto, mediano y largo plazo. Esto es crucial para que los inversores y otros usuarios de los informes financieros comprendan cómo las cuestiones de sostenibilidad pueden impactar el rendimiento futuro de la empresa. La Norma subraya que la información pública disponible no exime a las empresas de su responsabilidad de divulgar estos riesgos y oportunidades de manera clara y precisa, alineando así la sostenibilidad con la estrategia empresarial.
La NIIF S2, por su parte, se centra específicamente en la divulgación de riesgos relacionados con el cambio climático. Esta norma exige a las empresas que proporcionen información detallada sobre cómo el cambio climático podría afectar su negocio, incluyendo posibles impactos en sus operaciones, cadena de suministro, y modelo de negocio. La integración de la NIIF S2 en la estrategia empresarial permite a las empresas no solo cumplir con las expectativas regulatorias, sino también identificar oportunidades de innovación y diferenciación al abordar de manera proactiva los desafíos del cambio climático.
Nike y Coca-Cola son ejemplos de cómo la implementación de las NIIF S1 y S2 puede integrarse en una estrategia empresarial de sostenibilidad. Nike, con su enfoque en la reducción de emisiones de carbono y el uso de materiales reciclados, podría usar la NIIF S2 para identificar y comunicar cómo sus innovaciones contribuyen a mitigar los riesgos climáticos, fortaleciendo su posición competitiva. Coca-Cola, al abordar la eficiencia en el uso del agua y la reducción de desechos plásticos, podría utilizar las NIIF para demostrar cómo sus prácticas sostenibles se alinean con su estrategia empresarial, asegurando que estas acciones se reflejen en sus informes financieros y sean entendidas por sus inversores y otros interesados. Al incorporar las directrices de la NIIF S1 y S2 en su estrategia, las empresas no solo cumplen con las normativas, sino que también fortalecen su capacidad para crear valor a largo plazo a través de la sostenibilidad.
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