Efecto financiero, operativo y estratégico.
La afirmación de que la depreciación actúa como una forma de apalancamiento financiero puede ser un tanto sorprendente a primera vista, ya que tradicionalmente pensamos en el apalancamiento financiero en términos de deuda y capital.
En términos económicos, la depreciación representa una asignación del costo de un activo a lo largo de su vida útil. Desde esta perspectiva, podría verse como un mero reflejo contable de una realidad física: los activos pierden valor con el tiempo. Sin embargo, económicamente, la depreciación hace mucho más que simplemente rastrear la disminución del valor de un activo. Puede convertirse en una herramienta para la gestión y optimización de recursos.
Efecto en el Flujo de Efectivo
Reducción de Impuestos
La depreciación es un gasto no monetario que se deduce en el estado de resultados. Esto reduce la base imponible tributaria, lo que a su vez puede reducir los impuestos a pagar. Menos impuestos significa más flujo de efectivo disponible.
Mejora del Flujo de Efectivo Operativo: Al sumar la depreciación de vuelta a la utilidad neta en el cálculo del flujo de efectivo operativo (método indirecto), se mejora este indicador. Un flujo de efectivo operativo más fuerte puede hacer que la empresa sea más atractiva para los prestamistas y los inversores, mejorando así su capacidad de obtener financiamiento adicional si es necesario.
Maximización del Valor del Tiempo del Dinero: Al reducir la carga tributaria en el presente (debido a la reducción del ingreso imponible), la depreciación efectivamente libera efectivo que puede ser reinvertido inmediatamente. Este efectivo adicional puede generar retornos adicionales, aprovechando el principio del valor del dinero en el tiempo.
Impacto en Ratios Financieros
Mejora del EBITDA (Ganancias antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización): La depreciación, al ser añadida de nuevo al calcular el EBITDA, aumenta esta cifra. El EBITDA es un indicador comúnmente utilizado para evaluar la capacidad de una empresa para generar ingresos operativos. Un EBITDA más alto puede mejorar las ratios de cobertura de intereses, lo cual es importante para los prestamistas.
Ratios de Deuda
Aunque la depreciación no cambia la cantidad de deuda en el balance, sí puede mejorar los ratios de deuda al mejorar el EBITDA y el flujo de efectivo operativo. Esto puede dar la impresión de que la empresa está en una mejor posición para manejar su deuda.
Facilitando el Apalancamiento
Con un flujo de efectivo operativo mejorado y ratios financieros más fuertes, una empresa puede encontrarse en una mejor posición para tomar deuda adicional si es necesario. Esto significa que, indirectamente, la depreciación está facilitando el apalancamiento financiero al mejorar las métricas clave que los prestamistas y los inversores examinan al evaluar la salud financiera de una empresa.
Si bien la depreciación por sí misma no es una forma de apalancamiento en el sentido tradicional, su impacto en la reducción de impuestos, la mejora del flujo de efectivo y la fortaleza de ciertos ratios financieros puede mejorar significativamente la capacidad de una empresa para acceder y manejar el apalancamiento financiero. Es un ejemplo de cómo los aspectos contables y fiscales pueden influir en la estructura de capital y las estrategias de financiamiento de una organización.
Conclusión
La depreciación, aunque a menudo se ve como una mera cuestión contable, en realidad posee profundas implicancias económicas, contables y estratégicas. Su papel en la mejora del apalancamiento financiero refleja la complejidad y la interconexión de las decisiones financieras y operativas en el mundo empresarial. Manejada sabiamente, puede ser una herramienta poderosa para mejorar la flexibilidad financiera y crear valor. Sin embargo, requiere un equilibrio cuidadoso y una consideración ética para garantizar que se alinee con los objetivos a largo plazo y la sostenibilidad de la empresa.

Asesor Empresarial en Contabilidad, Impuestos y Negocios.